La medicina deportiva es un instrumento valioso para mejorar la condición física de cualquier individuo, para prevenir lesiones a las que está expuesto todo deportista en su entrenamiento y competencia y para optimizar el rendimiento deportivo de los atletas de alta competencia. El control bioquímico puede ser considerado como un medio eficaz para evaluar la evolución del deportista a lo largo del programa de entrenamiento. Los resultados obtenidos dan información de los cambios metabólicos que se dan a nivel muscular, con el objetivo de lograr el mayor rendimiento posible sin llegar a un estado de “sobreentrenamiento” (1).El síndrome de sobreentrenamiento puede definirse como “una condición de fatiga y bajo rendimiento, asociada con infecciones frecuentes y depresión, la cual ocurre consiguientemente con arduos entrenamientos y competencias. Los síntomas no se resuelven a pesar de dos semanas de adecuado descanso y no hay otras causas medicas identificables”.
Esta manifestación de signos y síntomas se produce generalmente por reiteración de largos y monótonos entrenamientos, especialmente de resistencia, seguidos por periodos de recuperación inadecuados, a los que se suma el estrés de la competencia y las tensiones extradeportivas.
Si bien es difícil encontrar marcadores objetivos del síndrome, es un desafío para los entrenadores y médicos deportivos, identificar a tiempo sus manifestaciones para tratar de revertir ese estado.
Posibles marcadores bioquímicos del síndrome de sobreentrenamiento:
- Relación testosterona libre/ cortisol plasmático: este cociente es ampliamente utilizado como marcador de sobreentrenamiento en diversos deportes. La disminución en la relación testosterona/ cortisol puede indicar un exceso de actividad fisica (2).
- CPK: la CPK es una variable comúnmente utilizada en el control del entrenamiento, ya que algunos trabajos muestran una relación entre la CK y parámetros del entrenamiento como el volumen e intensidad (3).
- IL-6: citocina con una masa molecular aproximada de 26 kilodalton (kDa), cuyo gen se encuentra en la región cromosómica 7p21-p14. El ejercicio físico produce en el músculo, tejido conectivo, óseo y en las articulaciones microtraumatismos, que llevan a una inflamación aguda local y por ello liberación de los factores de inflamación: las citocinas (4).
- Lactato: se observo una disminución de lactato en respuesta a las pruebas submáximas en los atletas con sobreentrenamiento, probablemente debido a una disminución de los índices de glucógeno muscular (5).
- IGFBP-3: Una caída en la IGFBP-3 en respuesta al ejercicio intenso puede representar un índice de cansancio en los deportistas altamente entrenados (6).
El uso de los marcadores bioquímicos antes mencionados en el control y monitorización permanente del deportista podría ayudar a evitar la aparición de este peligroso síndrome. Actualmente contamos con la metodología adecuada para la resolución de dichos parámetros. Solo hemos hecho referencia a los indicadores más utilizados, pero es importante aclarar que existen otros marcadores que pueden dar información adicional del estado nutricional, inmunológico y hormonal del deportista.
Bibliografía
1. Calderón FJ, Benito PJ, Melendez A, González-Gross M. Control Biológico del entrenamiento de resistencia. RICYDE: Revista Internacional de Ciencias del Deporte 2005;2 (2):65-78.
2. Banfi G, Dolci A. Free testosterone/ cortisol relación in soccer: usefulness of a categorization of values. Epidemiology and clinical medicine. 2006;46(4):611-7
3. Hartmann U, Mester J. Training and overtraining markers in selected sport events. Med Sci Sports Exerc. 2000;32(1):209-15.
4. Córdoba Martínez A, Álvarez de Mon M. Inmunidad en el deporte. Editorial Gymnos, 2001.
5. Urhausen A, Kindermann W. Diagnosis of overtraining: what tools do we have?. Sports Med. 2002;32(2):95-102.
6. Br J Sports Med 2005;39:604-610 doi:10.1136/bjsm.2004.014183.
Para mayor información o consultas:
Sección: Bioquímica clínica
Bioq. Iván Ruiz
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