Es costumbre en esta parte del planeta, realizar balances con motivo del cambio de un dígito en el número del año, por llamarlo así al año nuevo, de manera que atento a esas costumbres culturales, no podríamos dejar de cumplir con este ritual.
Para nosotros, este fue un año en el que pudimos imponer un ritmo de acción y de trabajo muy acorde con nuestras planificaciones y expectativas diagramadas para el mismo.
En primer lugar, terminamos el cuarto año del programa científico-tecnológico quinquenal II, donde alcanzamos a cumplir todos los estándares contractuales, lo que nos permitió ya estar diseñando el nuevo proyecto quinquenal III. En segundo lugar, y no por orden de importancia sino por cronología, el nivel de los profesionales que completaron la demanda de optimización del uso del parque instrumental de la empresa, en cuanto a la temática y desarrollo, ha sido prácticamente alcanzado. Finalmente, por ambas razones, pudimos mantener nuestro nivel de transferencia de asistencia tecnológica y respuesta a la demanda de pacientes, colegas y profesionales médicos. En ninguno de los casos significa que, en éste proceso secuencial, hemos alcanzado una meta ni mucho menos, porque nuestro propósito es crecer y mejorar día a día, y en tal sentido no existen metas a alcanzar, existen actitudes y esfuerzos permanentes. Una meta de alguna manera está asociada al final de un camino, lo cual es absolutamente absurdo cuando se trata de servicios asistenciales en las ciencias médicas, en nuestro caso en el segmento del diagnóstico, basado en tecnología, desarrollo e investigación científica, que tiene una dinámica de cambio permanente.
No podríamos haber realizado nuestra tarea si no hubiésemos contado con un apoyo y reconocimiento permanente en todo sentido. No cabe duda que recorriendo nuestros aciertos y logros, también hemos debido detenernos varias veces en errores, volver atrás y empezar de nuevo. De ellos sacamos enseñanzas, repusimos fuerzas y seguimos adelante o cambiamos de pensamiento y acción, pero entendemos que sin ellos no podríamos haber crecido. Por eso reconocemos que no todas las personas que hemos asistido, recibieron de nosotros el total de las expectativas con que nos buscaron, a ellos nuestras disculpas y nuestro agradecimiento por la tolerancia y comprensión.
También los mismos sentimientos anteriores para aquellos que nos acompañaron en nuestra tarea, a todo nivel de acción, sin distinción de categoría. De ellos valoramos el esfuerzo, pero no sin antes recordar que los logros deben servir también para nuevos desafíos y nuevas propuestas, para crecer como personas y como institución, es decir para comprometernos con el destinatario final de nuestro esfuerzo, los pacientes.
La incorporación de un sistema nuevo de informes, que inició el largo camino que nos permita alcanzar el ritmo de los avances tecnológicos en materia de informática y comunicación. La apertura de una nueva sede en Barrio Martin, con centralización de servicios, tecnología e información de idénticos alcances que la sede en Paseo del Siglo. El comienzo de la construcción de una herramienta indispensable como es la WEB, que impone una dinámica de crecimiento, creatividad y actualización amplísima en nuestro segmento profesional, comenzó a construirse en éste año y esperamos que con la participación e intervención de nuestros lectores podamos abastecer la demanda en servicios, novedades científicas, desarrollos tecnológicos y todo aquello que sea de interés en el diagnóstico por laboratorio bioquímico. Todo ello, compone parte de la lista de las realizaciones más destacadas del 2012.
Tomando solo algunas de ellas, hemos querido de alguna manera testimoniar nuestro compromiso con mejorar día a día nuestra labor profesional, tratar de cumplir con los elementos fundacionales de una empresa de servicio y por sobre todas las cosas ser fieles a una calidad de atención que sea receptiva y contestataria de todas y cada una de las expectativas que se depositan en nosotros.
Nuestro compromiso es luchar para conseguir esos objetivos, aunque sepamos que lo más valioso es intentarlo con fe y convicción, transitarlo y aprender a resolverlos permanentemente, ya que tiene una diversidad y variabilidad realmente apasionante y cautivante.
Para todos aquellos que lean este mensaje, el mejor deseo de un feliz 2013, lleno de realizaciones y satisfacciones.
Oscar Fay, diciembre de 2012.