Los géneros Mycoplasma y Ureaplasma pertenecen a la clase Mollicutes, familia Mycoplasmataceae. Son las bacterias de menor tamaño conocidas, carecen de pared celular y poseen el genoma más pequeño entre los procariotas. Esto, junto con su limitada capacidad para biosíntesis explican su vida saprofítica, su sensibilidad a factores ambientales, su resistencia a antibióticos lactámicos y sus complejas condiciones de crecimiento en cultivo.
Los denominados “micoplasmas genitales”, se localizan en las mucosas del tracto urogenital e incluyen mayoritariamente las especies Mycoplasma hominis, Ureaplasma spp. (con sus biovariedades: U. parvum y U. urealyticum) y Mycoplasma genitalium. Los mismos pueden colonizar el tracto genitourinario de las personas sanas, sexualmente activas, sin embargo, también se han asociado con infecciones genitourinarias sintomáticas y asintomáticas, tanto en hombres como en mujeres.
Las mismas van desde uretritis no gonocóccica, endometritis, y vaginosis bacteriana, hasta enfermedad inflamatoria pélvica (EPI), pudiendo resultar en daño a las trompas de Falopio, embarazo ectópico, parto pre-término, fiebre post parto o post aborto así como desórdenes perinatales como nacimiento con bajo peso y bacteriemia o meningitis neonatal.
Esta colonización del tracto urogenital plantea dificultades en la valoración de su aislamiento dado que existen muchos portadores clínicamente asintomáticos con infecciones que podrían permanecer indetectadas y consecuentemente no tratadas, que podrían jugar un rol en la infección urogenital o afectar el potencial de fertilidad como un patógeno oportunista (1, 4).
Su prevalencia varía según las características demográficas, comportamiento sexual, edad, nivel socioeconómico y métodos diagnósticos utilizados para su detección. En la Argentina aún no se ha incorporado la búsqueda de rutina de estos microorganismos, por lo cual existen pocos datos publicados hasta el momento.
Según el Boletín N°37 (2020) de la Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis, la positividad de las muestras totales por M. genitalium en 2019 fue 2,3%; con niveles de positividad promedio de 5,2% en los grupos de 35 a 64 años. Por su parte, M. hominis presenta una positividad total de 9,3%, con un promedio de 11,2% en el grupo de 20 a 34 años. De todas formas, se requeriría un estudio más profundo para sacar conclusiones epidemiológicas (2,3).
Mycoplasma hominis es considerado como patógeno comensal en el tracto genital inferior de individuos sanos. Puede causar un amplio rango de infecciones genitales, como infecciones del tracto urinario, vaginosis bacteriana, EPI, cervicitis y pielonefritis, complicaciones en el embarazo y enfermedad en neonatos, además de tener un potencial rol patogénico en la infertilidad. En pacientes inmunocomprometidos se lo vincula con un amplio rango de infecciones extragenitales (infecciones del SNC, artritis séptica, endocarditis, etc) (4).
Ureaplasma urealyticum a pesar de ser considerado parte de la flora genital normal, se lo ha implicado en uretritis no gonocóccica, epididimitis, prostatitis, cálculos urinarios, enfermedades ginecológicas, infertilidad, parto prematuro, corioamnionitis o enfermedad pulmonar en neonatos. Es causa del 5-10% de las uretritis no gonocócicas agudas, pero no es necesariamente patógeno en todos los casos en los que se detecta (5).
Mycoplasma genitalium es reconocido como patógeno de transmisión sexual en varones y mujeres. Puede encontrarse en las células ciliadas del epitelio del tracto genital causando secreciones, dolor al orinar y uretritis no gonocóccica en varones. Se asocia también con flujo vaginal alterado, vaginosis, infección cervical y uretral, endometritis, EPI e infertilidad femenina y masculina. Muchas infecciones por M. genitalium son asintomáticas y por lo tanto es posible la transmisión de la infección a las parejas sexuales. La medida en la cual las infecciones asintomáticas podrían generar secuelas como EPI es desconocida, en parte por falta de herramientas diagnósticas sensibles (6).
Los micoplasmas genitales no son detectados en cultivos de rutina dado su crecimiento extremadamente fastidioso. Existen métodos de screening basados en la detección colorimétrica del crecimiento que permiten la identificación de Mycoplasma hominis o U urealyticum. Sin embargo, actualmente existen ensayos comerciales basados en la detección de ácidos nucleicos para el diagnóstico para determinar la presencia de M. hominis, Ureaplasma spp y M. genitalium.
La detección precisa es importante para el tratamiento de las infecciones sintomáticas dado que muchas cepas de M. genitalium han desarrollado resistencia a los tratamientos empíricos. De hecho, para M. genitalium, la única metodología recomendada es la detección de ácidos nucleicos por su comportamiento extremadamente fastidioso en los cultivos (7).
Es importante tener presente que una correcta toma de muestra en el sitio apropiado es tan importante para la detección del microorganismo como la elección de la metodología a utilizar (8).
Las muestras recomendadas son:
– exudados cervicales o vaginales (mayor sensibilidad).
– exudados uretrales.
– orina de primera micción tanto en varones (mayor sensibilidad) como en mujeres.
– semen.
Debe evitarse la contaminación de la muestra con antisépticos y lubricantes de uso frecuente en ginecología.
Cuando se utilizan hisopados, asegurarse de presionar vigorosamente a fin de obtener abundantes células.
Prestación disponible en Cibic Laboratorios:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Referencias
1) Ahmadi M et al (2016) Iran J Public Health 45:409-22.
2) Magdaleno MA et al (2020) Acta Bioquím Clín Latinoam 54: 415-20.
3) Boletín Nº 37 Respuesta al VIH y las ITS en la Argentina AÑO XXIII – DICIEMBRE DE 2020. Dirección de Respuesta al VIH, ITS, Hepatitis Virales y Tuberculosis. Min. Salud Argentina.
4) Ahmed J et al (2021) Indian Journal of Medical Microbiology 39: 88–97.
5) P Kokkayil et al (2015) Indian Journal of Medical Microbiology 33: 205-214
6) https://www.cdc.gov/std/mgen/stdfact-Mgen-detailed.htm
7) Galán Montemayor JC, et al. (2018) Diagnóstico microbiológico de las infecciones de transmisión sexual y otras infecciones genitales. Procedimientos en Microbiología Clínica. Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
8) Acosta Boga, B et al (2011) Procedimientos en Microbiología Clínica 40. Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
(https://www.seimc.org/contenidos/documentoscientificos/procedimientosmicrobiologia/seimc-procedimientomicrobiologia40.pdf
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Sección: Biología Molecular.
Dra. Mariela Sciara.
Tel: 0341-4861600. Int: 225.