El análisis de la bibliografía médica nos permite alertar sobre la infección por micobacterias de crecimiento rápido (MCR), también llamadas micobacterias no tuberculosis (NTM) que ocurren días o meses después de cirugía estética, otras intervenciones médicas como venopunturas o traumatismos abiertos y no médicas como mesoterapia, acupuntura, tatuajes, piercing y cupping (ventosas).
Las MCR son informadas en forma creciente especialmente en infecciones de la piel y tejidos blandos. En el caso de cirugía plástica han ocurrido principalmente en autotrasplante de grasa, lifting, liposucción y prótesis mamaria. Los pacientes se presentan con celulitis, nódulos eritematosos indurados que pueden ulcerarse o supurar que deben recibir tratamiento con antibióticos y quirúrgicos para su resolución. Los pacientes inmunosuprimidos pueden tener infecciones generalizadas.
Los primeros casos fueron publicados por Glegg en 1983 en 17 casos post implante mamario. Desde entonces aparecieron no menos de 23 trabajos. Las especies más frecuentes fueron Mycobacterium fortuitum, Mycobacterium chelonae y Mycobacterium abscessus. Hubo numerosos casos en Latinoamérica pero también en los EEUU y Europa.
En la mayoría de los casos se desconoce el origen de la bacteria, pero en algunos pudo comprobarse. Por ejemplo, un brote en Colombia que afectó a 350 pacientes atendidos en el consultorio a los que se inyectó lidocaína contaminada, pero no a los atendidos en el hospital por el mismo cirujano. Otro brote afectó a 8 pacientes y la bacteria se encontró en el colorante violeta de genciana usado para marcar a los pacientes en el consultorio y también en el colorante del stock de la farmacia.
En otra serie de 49 pacientes infectados se halló la bacteria en dos productos sin especificar cuáles. Se sospecha que los marcadores que se emplean para delimitar el área a operar pueden estar contaminados con MCR. Numerosos casos se han descripto en personas que se efectúan piercing, tatuajes y en personas que consultan a “cosmiatras” que realizan mesoterapia y otras intervenciones.
Antecedentes en nuestro país y región:
En 2006-2007 se reportó en la ciudad de Buenos Aires un brote de lesiones cutáneas por micobacterias no tuberculosis asociado a tratamientos de mesoterapia y otros procedimientos cosméticos invasivos, en la que la fuente de infección habrían sido las soluciones inyectables o antisépticos para la piel contaminados.
En nuestra ciudad, en el 2012, en dos pacientes sometidas a cirugía plástica (una dermolipectomía y un relleno de grasa en la cara) que consultaron por infecciones que aparecieron 20 días después, se efectuaron cultivos en los que se obtuvo desarrollo de Mycobacterium fortuitum.
En la semana epidemiológica 22 del corriente año la Dirección de Epidemiología de Santa Fe informó a la Dirección Nacional de Epidemiología de la Secretaría de Gobierno de Salud sobre la identificación de 68 casos en los que personas que se habían sometido a tatuajes presentaron luego lesiones cutáneas granulomatosas. Los casos comenzaron en diciembre del 2018 y si bien la mayoría tiene residencia en la ciudad de Rosario y localidades aledañas, entre los afectados también se encuentran personas con domicilio en Pérez Millán, San Nicolás, Villa Ramallo y Luján de la provincia de Buenos Aires.
En cuanto a la presentación clínica, se observaron pápulas eritematosas y tubérculos de 0,1 a 0,8 mm, aproximadamente ubicadas en la zona del tatuaje, en su mayoría diseminadas en la superficie y algunas agrupadas. La mayoría de los pacientes refirieron que las lesiones aparecieron entre 7 y 15 días posteriores al tatuaje.
Hasta el momento se informaron 68 casos, en 55 de los cuales se obtuvieron y procesaron muestras para cultivo obteniéndose en 8 de ellos desarrollo de micobacterias, y en 7 de ellas se pudo identificar Mycobacterium abscessus en el Laboratorio Nacional de Referencia del INEI-ANLIS
Mediante la investigación epidemiológica, pudo confirmarse que los afectados habían concurrido a diferentes lugares a realizar los tatuajes y que el único nexo que pudo establecerse hasta el momento entre ellos habría sido la utilización de un mismo preparado artesanal para las tinturas, procesado en un mismo establecimiento. Sin embargo, hasta el momento no hubo resultados positivos en las muestras estudiadas.
Recomendaciones para la población:
Se recomienda efectuar este tipo de intervenciones en instituciones de internación que usen materiales, marcadores y drogas rigurosamente estériles y controladas.
Ante la presencia de reacción o lesión cutánea en la zona tatuada, con antecedente de haberse realizado un tatuaje recientemente, siempre dirigirse a un servicio de salud para realizar la consulta.
Bibliografía
– Lin SS, Lee CC, Jang TN. Soft tissue infection caused by rapid growing Mycobacterium following medical procedures: two case reports and literature review. Ann Dermatol 2014; 26:236-40
– Cicilioni OJ et al. Mycobacterium fortuitum infection following reconstrukctive breast surgery: differentiation from classically described red breast syndrome. Plast Reconstr Surg Glob Open 2013; 1:e50
– Glegg HW et al. Infection due to organisms of the Mycobacterium fortuitum complex after augmentation mammaplasty: clinical and epidemiologic features. J Infect dis 1983; 147:427-3
– Mudedla S, Avendano EE, Raman G. Non-tuberculous mycobacterium skin infections after tattooing in healthy individuals: A systematic review of case reports. Dermatol Online J. 2015 Jun 16;21(6). pii: 13030/qt8mr3r4f0. Review.