La enfermedad de Chikungunya, también conocida como fiebre Chikungunya, es una afección viral caracterizada por comienzo agudo, con fiebre de 40ºC, dolor muscular y artritis, algunos casos con exantema, causada por un virus transmitido por artrópodos. Es un Alfavirus que fue descripto por primera vez en Tanganica en 1952. Es común en África y se ha extendido a Asia y Oceanía, aunque hubo brotes en Francia e Italia y ahora afecta países de nuestra región. Rara vez causa la muerte pero los fuertes dolores en las pequeñas articulaciones de manos y tobillos pueden persistir por meses causando incapacidad.
Se ha previsto que pueda extenderse donde se den las condiciones para el vector, dado el incremento de los viajes a través del globo. Precisamente han aparecido casos en el Caribe en los cinco últimos meses, lo que hace probable que pueda alcanzar países de América del Sur. Los países inicialmente más afectados fueron Saint Maarten y Martinica, países con intenso turismo internacional. Actualmente continúa su expansión por el Caribe, donde ya se han registrado cerca de 6.000 casos sospechosos, según el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC). Un informe del organismo señala que sólo durante la primera semana de marzo, se confirmaron 293 nuevos casos de fiebre Chikungunya en la región, en concreto en Saint Martin, Martinique, Saint-Barthélemy y Guadeloupe, Dominique, la Guyane y Saint Kitts and Nevis y casi todas las islas del Caribe. Los Centros de Control y de Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (Centers for Disease Control and Prevention: CDC) han advertido que la aparición del virus Chikungunya en el Hemisferio Occidental representa una amenaza para la seguridad de la salud. Cientos de turistas argentinos viajan al Caribe cada año, por lo que se podrían presentar casos en nuestro país.
El vector es Aedes aegypti y Aedes albopictus, el mismo que trasmite el dengue, cuyas manifestaciones clínicas son similares al comienzo. Las medidas preventivas son las que evitan las picaduras de mosquitos y las que cortan el ciclo vital de este vector que son por todos conocidas con motivo del dengue. Precisamente la similitud de trasmisión hace factible que esta enfermedad pueda propagarse a todos los países donde existe dengue, incluso Argentina, más aún debido al calentamiento global que extiende el área geográfica de la epidemiología de ambas enfermedades.
La epidemia ha ingresado a El Salvador y República Dominicana con cifras que superan los 250.000 casos y donde hay argentinos enfermos, ha ingresado a Cuba y, más recientemente se han detectado casos, aunque por ahora importados, en Perú, Bolivia y Paraguay. Es decir que en los países limítrofes de nuestro país se encuentra el mosquito trasmisor y ahora el reservorio humano, las dos condiciones para la transmisión de la enfermedad. Monos, roedores y aves pueden actuar también como reservorio. El cuadro clínico puede parecerse al del dengue. De todos modos no se justifica demasiada preocupación porque nuestro país no está por el momento en área endemoepidémica, pero sí el cuerpo médico debe estar atento a la aparición de un caso sospechoso que el Ministerio de Salud de la Nación ha definido como un “paciente con una enfermedad de comienzo agudo con fiebre (temperatura mayor a 38,5ºC), artralgias graves o artritis no explicada por otra condición médica y que reside o ha visitado áreas endémicas dentro de las dos semanas previas al inicio de los síntomas”.
El diagnóstico por laboratorio se efectúa utilizando tres tipos de metodologías dependiendo de la fecha de toma de la muestra:
– Aislamiento viral (cultivo). Útil durante de los primeros 3 días de manifestada la enfermedad.
– Detección de genoma viral por RT PCR. Útil dentro de los 8 días de evolución desde el inicio de la fiebre.
– Detección de anticuerpos IgM/ IgG mediante técnicas serológicas.
Los anticuerpos a virus Chikungunya de clase IgM comienzan a desarrollarse y a ser detectables aprox. de 3 a 4 días luego del comienzo de los síntomas y permanecen detectables durante 2 – 3 meses antes de que los títulos comiencen a descender, aunque hay pacientes que permanecen positivos a IgM durante períodos de tiempo más largo. Es necesario realizar técnicas de neutralización en cultivos celulares para confirmar resultados positivos de IgM, ya que se ha informado reactividad cruzada con algunos otros Alfavirus pertenecientes al mismo serogrupo. Los anticuerpos IgG, por otro lado, comienzan a aparecer de 3 a 4 días después de la aparición de los anticuerpos de clase IgM y pueden permanecer detectables por años luego de la infección inicial. La muestra de elección es suero obtenido en forma estéril y mantenido a 4°C. En caso de obtener resultados positivos en un suero de la fase aguda, se solicitará una segunda muestra (par serológico) obtenida en el período de la convalecencia (10-15 días de diferencia con la primera).
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Referencias:
– Robinson M.C. An epidemic of virus disease in Southern Province, Tanganyika Territory, in 1952-1953. I. Clinical features. Trans. Royal Society Trop. Med. Hyg., 1955; 49: 28-32
– Hassan R et al. Chikungunya – an emerging infection in Bangladesh: a case series. J Med Case Rep 2014; 8:67
– Lepare-Goffart I et al. Chikungunya in the Americas. Lancet 2014; 383:514.
– Fiebre Chikungunya Documento elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación el 11 de julio de 2014.
– CDC. OPS/OMS Preparación y respuesta ante la eventual introducción del virus Chikungunya en las Américas. Washington, D.C.: OPS, 2011. 159p.
– OPS: Hoja informativa Chikungunya: http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=8303&Itemid=40023&lang=es
– Organización Panamericana de la Salud, Número de casos reportados en países o territorios con transmisión autóctona de Chikungunya en las Américas 2013-2014 (por semanas). Actualización 3 de julio de 2014.
– http://www.cdc.gov/chikungunya/transmission/
– http://www.mayomedicallaboratories.com/articles/hot-topic/2014/07-15-chikungunya/
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