Durante las últimas décadas aumentó la prevalencia de las infecciones fúngicas, especialmente candidiasis, por múltiples factores de riesgo; pacientes inmunocomprometidos, con trastornos metabólicos, viajeros hacia regiones endémicas o la larga estadía en unidades de cuidados intensivos. La existencia de diferentes alternativas terapéuticas ha modificado el tratamiento de las infecciones fúngicas sistémicas.
Las indicaciones de los antifúngicos varían según la especie causante y su perfil de sensibilidad. Por ello, el conocimiento del mecanismo de acción, de la sensibilidad y de los mecanismos de resistencia a los diferentes antifúngicos es imprescindible en la práctica clínica diaria. En la actualidad, la emergencia de la resistencia antimicótica se debe, principalmente, al reciente aumento de especies con resistencia natural y a la selección de cepas resistentes durante la terapia antimicótica.
La identificación rápida y específica del agente invasor y la posterior determinación del perfil de susceptibilidad tiene consecuencias prácticas para el médico, en la elección rápida y certera de una mejor conducta terapéutica. Los métodos de estudio de la sensibilidad antifúngica que se recomiendan se basan en la dilución en medio líquido en tubo o microplaca (gold standard), siendo estos estándares reconocidos, fiables, reproducibles y muy útiles para la vigilancia epidemiológica, permitiendo determinar concentración inhibitoria mínima (CIM) frente a las levaduras.
Se recomienda realizar estudios de sensibilidad en:
• Estudios de vigilancia epidemiológica que permitan conocer los perfiles de susceptibilidad y resistencia de cepas clínicas, aisladas principalmente de infecciones invasoras en un país o zona geográfica. De esta forma se pueden establecer cuáles son los tratamientos iniciales más adecuados o si se debe cambiar de tratamiento una vez que se ha identificado la especie (sensibilidad predecible).
• Todas las cepas que proceden de infecciones invasivas o de pacientes con algún tipo de inmunosupresión.
• Casos de fracaso terapéutico.
• Pacientes que han recibido profilaxis antifúngica previa.
• Casos en los que se ha aislado una especie poco frecuente, de la que se desconoce su espectro de sensibilidad in vitro o que presentan alta resistencia a medicamentos antifúngicos.
El estudio de sensibilidad puede ayudar a elegir el tratamiento más adecuado o incluso a variar la estrategia terapéutica específica, aumentando la dosis del antifúngico, cambiando de fármaco o instaurando una terapia combinada.
Prestaciones disponibles en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Referencias:
1- Winn (H.), W., Allen, S., Janda, W., Konemman, et al.; Konneman´s Color Atlas and textbook of Diagnostic Microbiolog. 6º ed., 2013.
2- Pruebas de sensibilidad in vitro a levaduras y hongos miceliales. Córdoba, S. INEI. ANLIS. Junio 2013.
3- Zapata-González F, Cardona-Castro N. Lo que debemos saber sobre los métodos de sensibilidad a los antifúngicos. Rev CES Med 2012; 26(1): 71-83.
Para mayor información o consultas:
Sección: Microbiología.
Microbióloga Carolina Ferrand.
Tel: 0341-4499444. Int: 228/252.