La meningitis viral o ascéptica, es un síndrome clínico relativamente común que puede adquirir gravedad, causado por diversos patógenos virales.
Se caracteriza por un cuadro febril de comienzo repentino, con signos y síntomas de afección meníngea que rara vez dura más de 10 días. En general se presenta en niños pequeños, pero puede afectar también adolescentes y adultos (1).
La causa más común de meningitis aséptica es la infección por Enterovirus (EV), tanto en casos esporádicos como en brotes epidémicos, y se estima que representan el 80% de los casos de causa conocida. La prevalencia de las infecciones por EV tiene un patrón estacional, con mayor incidencia en verano y otoño en países de clima templado. Son virus ubicuos siendo el hombre el único reservorio conocido. El EV es altamente contagioso y su diseminación ocurre por vía fecal-oral y por secreciones respiratorias. El período de incubación generalmente es de 1 a 3 días.
El género Enterovirus pertenece a la familia Picornaviridae, son virus pequeños no encapsulados conteniendo una hebra de ARN. Esta familia comprende 29 géneros, dentro de los que se encuentran los Enterovirus y los Parechovirus. Estos son la principal causa de meningitis ascéptica en neonatos y niños (2).
El género Enterovirus se divide en 12 especies según características moleculares y serotípicas: Enterovirus A-D en humanos, Enterovirus E-J en animales, y Rhinovirus A-C).
Los Enterovirus A y B incluyen a su vez los genotipos Poliovirus, virus Coxsackie A y B, Echovirus (E) y Enterovirus.
Los EV están asociados a una gran variedad de manifestaciones clínicas que varían según la virulencia del virus y la inmunidad del hospedador. Las mismas van desde infecciones respiratorias, gastrointestinales, conjuntivitis hemorrágica y varios cuadros exantemáticos y febriles hasta cuadros más severos como meningitis ascéptica, encefalitis, parálisis fláccida, miocarditis o sepsis.
La detección molecular mediante RT-PCR en tiempo real se ha convertido en la metodología de elección para el diagnóstico ya que además de ser más simple, es más rápido y sencillo que la realización del cultivo viral (3).
Hasta el momento, al no existir un tratamiento específico para las infecciones por EV, el mismo es solo sintomático. Existe evidencia de la administración de inmunoglobulina intravenosa, con resultados variables en la disminución de la viremia.
La transmisión puede reducirse con medidas simples como el lavado de manos y la correcta disposición final de pañuelos descartables. Se debe evitar el contacto con pacientes infectados, sobre todo los niños inmunocomprometidos y embarazadas
Prestación disponible en Cibic:
Detección del género Enterovirus mediante RT-PCR en tiempo real.
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Referencias:
1. Muehlenbachs A. et al (2015) Tissue tropism, pathology and pathogenesis of enterovirus infection. Journal of Pathology 235(2):217-28.
2. de Crom et al (2016) Enterovirus and Parechovirus infection in children: a brief overview. European Journal of Pediatrics 175:1023-1029.
3. Harvala H et. al. Recommendations for enterovirus diagnostics and characterization within and beyond. Journal of Clinical Virology 101 (2018) 11–17.
Para mayor información o consultas:
Sección: Biología Molecular
Dra. Mariela Sciara
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