La viruela símica es una enfermedad viral contagiosa, provocada por el virus de la viruela símica (MPXV), perteneciente al género orthopoxvirus, familia poxviridae.
El MPXV, detectado inicialmente en monos circula principalmente en roedores y puede transmitirse de animales a humanos. También se ha descripto la transmisión de persona a persona por contacto con la erupción o lesiones que se producen en la piel de la persona enferma, los líquidos corporales (como la saliva, y el líquido, pus o sangre de lesiones cutáneas) y las costras que se forman luego.
La enfermedad típica de zonas endémicas tiene un período de incubación de 4 a 21 días. Inicialmente, se presenta como un período prodrómico febril que continúa con desarrollo de una erupción clásica que inicia en la cara y luego se disemina hacia el resto del cuerpo.
Históricamente, existen dos sitios donde MPXV circula de manera endémica, conocidos como clado de África occidental y clado de la cuenca del Congo. Sin embargo, desde mayo de 2022, se detectó un nuevo brote en personas con antecedentes de viaje a países de Europa y Norte América, que rápidamente se propagó por varios países, constituyendo el primer evento de viruela símica sin conexión con las áreas endémicas anteriormente mencionadas.
Desde entonces el número de casos continúa en ascenso y en nuestro país al 13 de octubre de 2022 se encontraban diagnosticadas 524 personas con MPVX, de las cuales casi el 60% fueron diagnosticadas en las últimas 4 semanas. Del total de los pacientes diagnosticados, un 80% no refiere viaje al exterior, por lo cual se estima que el virus circula localmente.
Durante el nuevo brote se han descripto manifestaciones atípicas y diferentes. Principalmente, se han observado lesiones en la piel con localización genital, anal, perianal y perineal u oral, sin período prodrómico y sin afectación de otras partes del cuerpo. También se han observado pacientes con dolor anorrectal, tenesmo, sangrado rectal y proctitis asociados a lesiones cutáneas. Las personas, en general se enferman de forma leve, pero se pueden dar casos más graves en niños, niñas, gestantes e inmunodeprimidos.
Debido a una posible presentación clínica atípica del nuevo brote y a que existe una variedad de afecciones que causan erupciones cutáneas, puede ser difícil diferenciar la viruela del mono únicamente en función de la presentación clínica. Por lo tanto, se debe realizar una prueba de laboratorio en base a factores clínicos y epidemiológicos, vinculados con una evaluación de la probabilidad de infección.
En el contexto del nuevo brote, la OMS sostiene que la detección positiva por ensayos de PCR para orthopoxvirus es considerada suficiente para confirmación de casos sospechosos en países no endémicos.
A partir de hoy, Cibic Laboratorios comenzará a hacer pruebas de detección del ADN del virus de la viruela símica mediante prueba de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) en tiempo real.
Prestación disponible en Cibic:
Para conocer las indicaciones de toma de muestra, de almacenamiento y de envío de la mismas y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Referencias:
– Directrices de laboratorio para la detección y el diagnóstico de la infección por el virus de la viruela del mono. 23 mayo 2022. PAHO.
– Manual para la vigilancia epidemiológica y control de la viruela símica en Argentina v.08/08/2022. Ministerio de Salud de la Nación.
Para mayor información o consultas:
Sección: Biología Molecular
Lic. Javier Sfalcin
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