Las micobacterias son bacilos aeróbicos gram positivos, ácido-alcohol resistentes pertenecientes a la familia Mycobacteriaceae, género Mycobacterium. Las denominadas micobacterias atípicas o no tuberculosas (MNT), corresponden a micobacterias por fuera del complejo Mycobacterium tuberculosis (TBC) y Mycobacterium leprae. Están ampliamente distribuidas en la naturaleza, pudiendo colonizar agua, suelo, aire, animales, plantas, materiales quirúrgicos y cualquier superficie no estéril (1).
Su importancia clínica ha ido en aumento en relación a la mejora en los métodos diagnósticos y la descripción de los cuadros clínicos que producen. Durante los últimos años se ha reportado un incremento en el número de aislamientos y especies de MNT. Más de un tercio han sido descriptas como patógenos humanos, causando un variado espectro de enfermedades, denominadas en conjunto como Micobacteriosis. Si bien su hábitat natural es el medio ambiente, también pueden colonizar cualquier área no estéril del ser humano, por lo que su aislamiento no siempre tiene significación clínica (2). Por su importancia clínica destacan las especies Mycobacterium avium (complejo MAC), M. kansasii, M. xenopi, M. malmoense y M. abscessus.
Los mecanismos de transmisión todavía no han sido bien esclarecidos. Si bien las infecciones en humanos son adquiridas principalmente desde el medio ambiente contaminado a través de aerosoles, existen reportes recientes que indican la posible existencia de transmisión persona a persona. La incidencia y prevalencia de los casos de infección por MNT y la distribución de las distintas cepas es altamente variable a través de las localizaciones geográficas.
Las manifestaciones clínicas de la enfermedad por MNT son similares a las de TBC, constituyendo un desafío diagnóstico.
Las mismas pueden clasificarse en cuatro grandes grupos:
1) Enfermedad pulmonar crónica (presentándose más comúnmente como enfermedad fibrocavitaria o bronquiectasia nodular)
2) Linfadenopatías
3) Infecciones de piel y tejidos blandos, raramente huesos y
4) Diseminada (común en personas que viven con HIV).
Las 3 últimas forman parte de las manifestaciones extrapulmonares (1).
La enfermedad tanto localizada como generalizada está directamente relacionada con el estado inmunitario del huésped. En los pacientes inmunocompetentes, el compromiso cutáneo aparece luego de algún factor precipitante como un mínimo traumatismo, procedimientos dermatológicos o estéticos, colocación de catéteres intravenosos, inyecciones intramusculares o subcutáneas e intervenciones quirúrgicas. En los pacientes inmunosuprimidos (infectados por HIV, trasplantados, con antecedentes de enfermedades autoinmunes, en tratamiento prolongado con corticosteroides o inmunosupresores), es muy poco frecuente el antecedente de traumatismo local previo. En estos pacientes, el complejo M. avium-intracellulare es el de aislamiento más frecuente y el tratamiento con corticosteroides sistémicos, el factor de inmunosupresión mayormente relacionado (3,4).
La sospecha diagnóstica se realiza en virtud de los antecedentes (inmunosupresión, profesión, existencia de traumatismo, cirugía, exposición al agua o productos contaminados con MNT, etc.), las manifestaciones clínicas y los resultados negativos en la búsqueda de gérmenes habituales. Es posible que un individuo colonizado por MNT no presente enfermedad pulmonar activa o que el aislamiento no sea clínicamente relevante.
Una toma de muestra apropiada es crucial para establecer un correcto diagnóstico de laboratorio de la enfermedad causada por MNT. En los casos de afección pulmonar, se deberían testear al menos tres muestras de esputo en ocasiones separadas para diferenciar una presencia ocasional de MNT. Las muestras extrapulmonares deben ser obtenidas directamente de la lesión u órgano involucrado (1).
Con el reciente resurgimiento de las infecciones por micobacterias, existe una creciente demanda de métodos diagnósticos rápidos, sensibles y específicos para la detección e identificación tanto de micobacterias tuberculosas como no tuberculosas. Además de los cuadros clínicos causados por las MNT, el rápido progreso de la enfermedad en pacientes HIV positivos o la continua emergencia de resistencia a las terapias, marcan la necesidad de métodos diagnósticos más rápidos, a lo que se suma el reporte de infecciones mixtas de MNT y M. tuberculosis.
Por otro lado, la elección de la terapia es dependiente de la especie y se requiere la identificación del organismo en una fase temprana de la enfermedad para una decisión terapéutica óptima.
El diagnóstico de MNT es muy desafiante debido a la exposición de los individuos al medio ambiente, por lo que es necesario diferenciar entre un aislamiento de MNT como colonizador o comensal de un agente causal de enfermedad.
El diagnóstico tradicional de la infección por micobacterias de basa en la identificación dependiente de cultivo, el cual puede demorar 4 a 6 semanas o más, al ser un microorganismo de crecimiento lento. La Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) es un método sensible para la detección de ADN o ARN de micobacterias directamente a partir de la muestra, ya sea esputo, BAL, LCR, material de biopsia, etc.
Los métodos de detección por biología molecular permiten un diagnóstico más rápido y facilitan el diagnóstico diferencial entre MTN y TBC teniendo en cuenta que el mismo es un desafío para los métodos tradicionales dada la positividad de ambas para la tinción Ziehl Neelsen, además de su baja sensibilidad. La introducción de los métodos moleculares reduce significativamente (de varias semanas a 1 o 2 días) el tiempo para llegar a un diagnóstico comparado con el cultivo tradicional (1,5).
En Cibic Laboratorios implementamos la detección molecular micobacterias no tuberculosas o atípicas mediante PCR a partir de muestras de esputo, BAL, LCR, material de biopsia entre otras.
Prestación disponible en Cibic Laboratorios:
* Líquidos biológicos incluye: esputo, lavado broncoalveolar, líquido cefalorraquídeo.
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Referencias:
1) Gopalaswamy et al. Journal of Biomedical Science (2020) 27:74
2) Informe de AAM a través de su División SADEBAC (2019)
3) Martínez del Se J et al. Dermatología Argentina (2019) 25 (4): 168-175
4) Mora AD et al (2021) Rev Peru Med Exp Salud Publica. 38(2):318-25.
5) Slany M et al (2012) J Mol Microbiol Biotechnol 22:268–276
Para mayor información o consultas:
Sección: Biología Molecular
Dra. Mariela Sciara
Tel: 0341-4861600. Int: 225