Haemophilus influenzae (H. influenzae) es un cocobacilo gram negativo perteneciente a la familia Pasteurellaceae que coloniza normalmente la nasofaringe humana. Las cepas se dividen en dos grandes grupos dependiendo de la presencia o ausencia del polisacárido capsular, su principal factor de virulencia. Las cepas capsuladas son serotipificables en base a antígenos capsulares, identificándose seis serotipos (a, b, c, d, e y f).
H. influenzae tipo b (Hib) fue el más importante desde el punto de vista epidemiológico como causa de una alta morbimortalidad en menores de 5 años antes de la introducción de la vacuna conjugada. La portación nasofaríngea oscilaba entre 10-35% en niños en la comunidad y alcanzaba un 45% en jardines maternales. La introducción de la vacuna contra Hib en los programas de inmunización de muchos países produjo una reducción marcada en la incidencia de la enfermedad invasiva causada por este serotipo y en su portación, y un incremento de otros tipos capsulares (principalmente a y f) y de aislamientos no capsulados en esas patologías (1).
La infección causada por cepas capsuladas involucra la invasión del torrente sanguíneo y la diseminación. El polisacárido capsular es el factor de virulencia crítico que media la invasión. Por el contrario, las cepas no capsuladas migran desde la nasofaringe a estructuras adyacentes, incluyendo los senos paranasales, el oído medio, la tráquea y las vías aéreas bajas (2).
H. influenzae puede causar infecciones invasivas (meningitis, septicemia, epiglotitis, celulitis, neumonía, artritis y otras), casi siempre graves, debidas a Hib antes de la vacunación masiva, aunque otros serotipos (a, e y f) pueden presentar un cuadro similar; y no invasivas, afectando sobre todo al aparato respiratorio superior (otitis media, sinusitis y conjuntivitis) y otras mucosas, principalmente en la infancia. Sin embargo, existen numerosas excepciones ya que a menudo las cepas no capsuladas pueden causar infecciones invasivas en pacientes con una deficiente respuesta inmune como es el caso de la sepsis neonatal y la neumonía del anciano.
Al ser considerado como fastidioso en cuanto a las condiciones necesarias para su crecimiento en placa, ya que requiere factor X (hemina), factor V (NAD) y atmósfera de 5% CO2, la técnica Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) constituye una manera eficiente y rápida de determinar su presencia. Además, esta metodología ha demostrado ser más sensible que cualquiera de las pruebas de aglutinación o el cultivo para la detección de las cepas capsuladas (3).
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Bibliografía
1- Efrón A. et al. (2013). Vigilancia de serotipos en infecciones invasivas por H. influenzae en la Argentina en la era de la vacuna conjugada contra el serotipo b durante el período 2005-2010. Rev Argentina de Microbiología 45(4):240.)
2- Agrawal A. et al. (2011). Haemophilus influenzae Infections in the H. influenzae Type b Conjugate Vaccine Era. Journal of Clinical Microbiology, 49(11): 3728).
3- Kennedy WA et al. (2007). Incidence of bacterial meningitis in Asia using enhanced CSF testing: polymerase chain reaction, latex agglutination and culture. Epidemiology and Infection 135 (7): 1217.
Para mayor información o consultas:
Sección: Biología Molecular
Bioq. Mariela Sciara
Dra. en Cs. Biológicas.
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