Los dermatofitos son un grupo de hongos estrechamente relacionados que tienen la capacidad de invadir tejidos queratinizados (piel, pelos y uñas) produciendo infecciones en el hombre denominadas dermatofitosis o tiñas. La infección es generalmente cutánea y restringida a las capas cornificadas por su incapacidad de penetrar tejidos profundos u órganos de huéspedes inmunocompetentes. Las tres especies patógenas para el hombre son: Microsporum, Trichophyton y Epidermophyton. Los dermatofitos se clasifican en antropofílicos, zoofílicos y geofílicos según sea su fuente de contagio: hombre, animal o suelo respectivamente.
En verano aumenta un 20-25% el número de consultas relacionadas con las infecciones cutáneas producidas por hongos. Son más frecuentes en dicha estación porque se reúnen las condiciones de aumento de temperatura y humedad que facilitan la proliferación de estos microorganismos y porque el ser humano busca en verano el contacto con la naturaleza y el aire libre y con determinados lugares públicos (suelos de baños, piscinas, gimnasios, entre otros) en los que entra en contacto directo y frecuente con los hongos.
Clínicamente, las dermatomicosis se manifiestan en forma de lesiones cutáneas redondeadas u ovaladas, generalmente enrojecidas, que se descaman y tienen un borde ligeramente elevado. La piel suele estar seca y se descama con facilidad, observándose además fisuras y lesiones más profundas en las infecciones del pie.
La pitiriasis versicolor es causada por la levadura Malassezia furfur, comensal habitual de la piel, y presenta lesiones que aparecen como manchas blancas que cambian de color, en especial en la piel expuesta a la luz del sol. Estas lesiones suelen desaparecer lentamente en las épocas más frías del año para volver a desarrollarse al verano siguiente.
La tiña podal, más conocida como “pie de atleta”, ocurre cuando el hongo prolifera en la piel de los pies, aunque también se puede presentar en los talones y en las palmas y entre dedos de las manos. Es contagioso y se puede transmitir por contacto directo o con artículos como medias, zapatos, piscinas. La piel se observa agrietada y se descama.
En la infancia los animales domésticos como perros y gatos suelen ser la fuente de contagio de la tiña capitis. Las placas que se forman en el área de la cabeza son únicas o poco numerosas, todos los pelos dentro de esa zona se ven opacos y se cortan a pocos milímetros de su nacimiento.
Como diagnóstico se utiliza un raspado de piel, uña o cuero cabelludo donde esté la lesión y se realiza la observación microscópica. La observación de segmentos típicos de hifas en las preparaciones en fresco directas de las escamas de piel o la invasión ectotrix o endotrix de pelos infectados son hallazgos preliminares útiles. En muchos casos, la confirmación diagnóstica se realiza mediante cultivo. La toma de muestra es fundamental y se realiza de la parte más activa de la lesión. Es recomendable no utilizar durante 7 días antes de concurrir al laboratorio cremas, aerosoles antimicóticos, talco, desinfectantes, entre otros. Para uñas, además, 3 días antes de la toma de muestra cepillarlas 3 veces al día con agua y jabón blanco, no colocar esmalte ni cortar al ras y en horas previas a análisis lavar con agua tibia y sal.
Prestaciones disponibles en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Bibliografía:
1- Winn (H.), W., Allen, S., Janda, W., Konemman, et al.; Konneman´s Color Atlas and textbook of Diagnostic Microbiolog. 6º ed., 2013.
2. Aula virtual Facultad de Bioquímica y Farmacia (UNR) 2014. Disponible en: http://www.fbioyf.unr.edu.ar/evirtual/pluginfile.php/108128/mod_resource/content/1/3-Dermatofitosis-2014.pdf.
Para mayor información o consultas:
Sección: Microbiología
Microbióloga Carolina Ferrand.
Tel: 0341-4499444 Int: 228/ 227