El proceso inflamatorio participa desde las primeras etapas de la aterogénesis en respuesta a la injuria del endotelio vascular y en el desarrollo y maduración de la placa de ateroma. Varios mediadores de respuesta inflamatoria incluyendo las proteínas de fase aguda, citoquinas y moléculas de adhesión, han sido evaluados como potenciales indicadores de riesgo de un primer evento aterotrombótico agudo, así como de complicaciones recurrentes después de un primer evento cardiovascular. De todas las proteínas de fase aguda estudiadas, la Proteína C Reactiva (PCR) ha sido el foco de gran parte de la investigación clínica dado su rol en la etapa inflamatoria del proceso de lesión vascular que acompaña a la ateroesclerosis (1).
La PCR es una globulina de síntesis hepática que se halla presente como un pequeño componente en el suero o plasma. La PCR se eleva en procesos infecciosos y en condiciones inflamatorias como artritis reumatoidea, enfermedad cardíaca y enfermedades vasculares periféricas. Cuando hay inflamación aguda los niveles séricos pueden elevarse hasta 100 veces dentro de las primeras 24 a 48 hs. y mantenerse elevados varios días hasta volver a sus niveles normales. Las técnicas que históricamente han medido los niveles de PCR fueron desarrollados para su uso en pacientes con alteraciones infecciosas e inflamatorias, y han tendido un límite inferior de detección en el rango de 30 a 50 mg/l. Estos valores se encuentran por encima de la concentración observada en la mayoría de los individuos aparentemente sanos y de las pequeñas elevaciones crónicas, que parecerían encontrarse en pacientes con riesgo cardiovascular aumentado. En vista de esta limitación, se han desarrollado técnicas inmunoquímicas de alta sensibilidad que incrementan el poder de detección como la nefelometría y la inmunoturbidimetría, denominándose entonces PCR Ultrasensible (PCRus). La determinación de PCRus identifica concentraciones en niveles desde 0,11 mg/l (2).
La síntesis de PCR es inducida en respuesta al daño tisular, necrosis, trauma, infecciones, neoplasias y otros desordenes inflamatorios incluidos la ateroesclerosis. PCR no sólo indica la presencia de un proceso inflamatorio, sino que participa del proceso aterosclerótico con un importante rol proaterogénico en varias etapas del mismo: en la disfunción endotelial, activación endotelial, formación de la placa y ruptura de la misma. Es por ello que se le atribuye un Rol Causal en la aterogénesis.
En el año 2003 la Asociación Americana del Corazón y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (AHA/CDC) recomendaron los siguientes valores de corte de PCRus para el riesgo cardiovascular (3):
<1,0 mg/l riesgo bajo
1,0 a 3,0 mg/l riesgo medio
> 3,0 mg/l riesgo alto
> 10,0 mg/dl riesgo muy alto
En más de 40 estudios epidemiológicos prospectivos en sujetos sanos se ha demostrado que PCRus es un predictor de riesgo de: aterosclerosis, aterotrombosis, infarto de miocardio, enfermedades vasculares periféricas, falla cardíaca congestiva y muerte cardíaca súbita.
Paul Ridker, un investigador pionero en el estudio de la PCRus en el contexto de la enfermedad cardiovascular, demostró que es un predictor de riesgo más potente que el LDL-Colesterol (LDL-C). Se pudo demostrar que presentar niveles bajos de LDL-C y altos de PCRus confiere un riesgo mayor que tener niveles altos de LDL-C y bajos de PCRus. Además no existe correlación entre ambos marcadores, por lo cual no es posible predecir el valor de uno en función del otro. La PCRus no suplanta el valor de LDL-C en la predicción de riesgo cardiovascular, sino que debe ser considerada una prueba adjunta a la determinación de lípidos (4).
En el año 2010 la Asociación Americana del Corazón publicó las situaciones en que se recomienda solicitar PCRus:
Prevención Primaria:
* Hombres ≥ 50 años y mujeres ≥ 60 años con LDL-C < 130 mg/dl que no tomen hipolipemiantes. Sin enfermedad coronaria clínica, diabetes y enfermedad renal crónica.
* Hombres < 50 años y mujeres < 60 años, asintomáticos con riesgo intermedio. La determinación de PCRus podría se adecuada para evaluar el riesgo cardiovascular.
Prevención Secundaria:
* En isquemia aguda la PCRus predice mortalidad temprana (>10,0 mg/l) y tardía (> 5,0 mg/l) y agrega valor predictivo a la Troponina.
* Pacientes en urgencias con dolor torácico y niveles de Troponina negativos, PCRus elevada se asocia con incremento del riesgo a corto y largo plazo y exige evaluación adicional.
Para una evaluación óptima del riesgo coronario, se recomienda realizar dos mediciones independientes de PCRus separadas entre sí en al menos dos semanas (5).
Prestación disponible en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Bibliografía
1- Benozzi S. Biomarcadores de enfermedades cardíacas aspectos bioquímicos y metodológicos, clase 4: Proteína C reactiva de alta sensibilidad. Curso de actualizacion de Bioq. Clinica, Universidad Nacional del Sur. Noviembre 2014.
2- Brito V, Alcaraz A, Augustovsky F, García Martí S, Bardach A, Lopez A. Comandé D. Proteína C ultrasensible como factor independiente de riesgo en población con y sin antecedentes cardiovasculares. Archivos de Cardiología de México, Vol 85, nº 02. Abril 2015
3- Pichón Rieviere, Ciapponi A. Proteína C reactiva ultrasensible como biomarcador pronostico de enfermedad cardiovascular. Documentos de Evaluación de Tecnología Sanitarias, Nº 47. Mayo 2013
4- Acevedo M, Arnaiz P, Barja S, Bambs C, Berrios X, Guzmán B, Navarrete C. Proteína C reactiva y su relación con adiposidad, factores de riesgo cardiovascular y aterosclerosis subclínicas en pacientes sanos. Rev Española de Cardilología, Vol 60: 1051-1058. 2007
5- Roche Diagnostic. CRP HS Prueba Tina-quant de la proteína C reactiva (intensificada con látex), de alta sensibilidad, Inserto. Analizadores Elecsys y cobas e 2012, v19:1-5.
Para mayor información o consultas:
Sección: Producción Bioquímica Clínica automatizada
Bioq. Hernán G. Brescia
Tel: 0341-4499444. Int: 215