El péptido C es un polipéptido conector (C) de 31 aminoácidos que se forma como un subproducto del proceso de biosíntesis de la insulina por el desdoblamiento proteolítico de la molécula precusora proinsulina. El péptido C cumple una función importante al completar la estructura de la insulina bicatenaria (cadenas A y B) y formar dos enlaces disulfuros dentro de la molécula de proinsulina. Tanto la insulina como el péptido C son secretados en cantidades equimolares y liberados al torrente sanguíneo por la vena porta. En circulación periférica el nivel de péptido C es mayor que el nivel de insulina debido a que su vida media es más larga (aprox. 35 minutos) y prácticamente no sufre degradación hepática lo cual produce menos fluctuaciones séricas que la insulina. El péptido C es degradado por los riñones, la concentración en orina supera en 20 a 50 veces su concentración en suero. Por esta causa las concentraciones séricas de péptido C aumentan en las enfermedades renales (1).
A continuación se describen algunas de las finalidades de la determinación de los niveles séricos de péptido C y de lo importante que sería pedirlo en forma más habitual:
• El péptido C no se emplea para diagnosticar diabetes, sin embargo, una vez establecido el diagnóstico puede solicitarse para determinar qué cantidad de insulina está produciendo el páncreas del paciente (insulina endógena). En la diabetes tipo 2 al paciente se lo trata con fármacos orales que estimulan la producción de insulina y/o para conseguir que las células sean más sensibles a la insulina que ya se produce. A veces como consecuencia de la lesión de las células beta es necesario administrar insulina exógena. La cantidad de insulina aún producida por el organismo se reflejará en los niveles de péptido C, por lo tanto la prueba del péptido C puede usarse para monitorear la actividad y capacidad de las células beta a lo largo del tiempo y para ayudar al médico a determinar el momento para empezar el tratamiento con insulina (2).
• Las personas que están bajo tratamiento con insulina exógena puede generar anticuerpos anti-insulina, estos interfieren con los métodos utilizados para la determinación de insulina aumentando falsamente los niveles séricos de insulina y por ello es muy difícil evaluar la producción endógena de insulina. En estos casos la medida de péptido C constituye un herramienta útil para evaluar el funcionamiento de las células de los islotes, mejor que la insulina (3).
• La medida de péptido C junto con la de insulina y glucemia puede servir para determinar la causa de hipoglucemia y para monitorear su tratamiento. la hipoglucemia puede ser causa de una administración excesiva de insulina (hipoglucemia facticia) o a otras causas como consumo de alcohol, deficiencias hereditarias de enzimas hepáticas, enfermedad renal, hepática o a un insulinoma.
• Más raramente en casos de extirpación de páncreas o en trasplantes de células de islotes pancreáticos, la medida de péptido C puede ser útil para verificar la eficacia del tratamiento.
• Existe una correlación entre niveles aumentados de péptido C y el avance de la hiperlipoproteinemia y la hipertensión. Concentraciones elevadas de péptido C pueden acompañar el incremento de la actividad las células beta en el hiperinsulinismo, la insuficiencia renal y la obesidad. (4)
En el pasado, el péptido C se consideraba biológicamente inactivo, pero estudios recientes demuestran que es capaz de producir efectos moleculares y fisiológicos que permiten suponer que el péptido C constituye realmente un péptido activo. Existen evidencias de que la sustitución del péptido C, junto con el suministro de insulina, pueden prevenir el desarrollo o retardar la progresión de las complicaciones a largo plazo de la diabetes tipo 1 (5).
Si bien la prueba de péptido C no forma parte de la rutina de control de la diabetes, por lo visto anteriormente, podemos ver que constituye un instrumento de gran valor en la toma individual de decisiones, esencial para un control óptimo del metabolismo a largo plazo.
Determinación disponible en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la intranet.
Bibliografía
1- Roche Diagnostic. Péptido C, péptido conector. Insert. Ver 9. Analizadores Elecsys y cobas e 2015:1-5.
2- Hoffman M. Connecting Peptide, correcting Peptide? Annals of Internal Medicine. Vol 127, 12: 1147-1148. 2012.
3- Ratzmann KP, Strese J, Kohnert KD, Jahr D, Michaelis D. Age-dependent relationship of fasting C-peptide concentracition and insulin secretetion in non-obese subjects with normal glucose tolerance. Exp Clin Endocrnol, vol 88: 57-63. 2011.
4- García Cuartero B, García Lacalle C, Jimenez Lobo C, González Vergaz A, Calvo Rey C, Díaz Martínez E. Índice Homa y QUICKI, insulina y péptido C en niños sanos. Punto de corte de riesgo cardiovascular. Anales de Pediatria, vol 66, num 5: 481-490. 2007.
5- Prieto M, Krochick AG, Chaler E, Maceiras M, Villalba A, Valdez S, Cerrone G, Mazza C. Obesidad y factores de riesgo del síndrome metabólico en jóvenes con diabetes tipo 1. Rev Medicin, núm 72: 291-297. 2012.
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