Hoy es innegable que la base tecnológica de nuestra profesión ha alcanzado niveles insospechados. Para producir servicios hemos recurrido, como buenos tecnólogos, a instrumentos que nos permitan expresar a través de un resultado (generalmente numérico) nuestro aporte profesional al diagnóstico o la información buscada desde los análisis clínicos realizados a un paciente. Sabedores que ese resultado es sólo un aspecto parcial de la situación del paciente, debimos dimensionar permanentemente nuestro aporte dentro del conjunto de información sobre el “sujeto-paciente” que el médico reúne para arribar a conclusiones o asumir conductas que intenten lograr una mejoría o solución a las dificultades que motivaron la consulta.
Los fluidos o materiales biológicos que analizamos, no sólo expresan el funcionamiento de intrincados mecanismos metabólicos a través de compuestos químicos o moléculas, sino que son expresiones de complejas y dinámicas relaciones psico-biológicas para las cuales, nosotros, los analistas clínicos, no contamos todavía con metodología capaz de dar resultados que permitan identificar todas las múltiples interacciones posibles que ocurren en un ser humano. Esta es una barrera, aún en proceso de constante deconstrucción, para la integración permanente de nuestra labor bioquímica al quehacer médico.
Este aspecto generó, entre otros factores, un avance sostenido del desarrollo tecnológico en el campo de la Bioquímica de los últimos cincuenta años, cuyo crecimiento exponencial nos ha involucrado en una carrera continua en busca de nuevos y mejores resultados para el conocimiento de las patologías investigadas. Somos conscientes que esta búsqueda nos arrastra en un torbellino que siempre nos deja insatisfechos porque siempre aparece un nuevo instrumento que realiza exámenes más precisos y más complejos.
CIBIC hace años transita ese camino utópico. Hoy más que nunca está dispuesto a compartir con sus colegas nuevos horizontes, impresiones, experiencias, dudas y aciertos. Apuesta a establecer una red comunicacional que se constituya a partir de compartir conocimientos, alternativas, propuestas, los desarrollos y los avances de la Bioquímica Clínica. Contamos para ello con herramientas como las que brinda la tecnología de informática y comunicación (T.I.C.).
El adecuado uso de la tecnología analítica, con racionalidad y con inteligencia, exige en primer lugar, el conocimiento de todo el arsenal disponible de la misma y en segundo lugar la necesaria formación y capacitación como para seleccionar que es lo más simple, económico, eficiente y rápido que se pueda utilizar, para las condiciones en que se desarrolla la práctica individual o colectiva de la profesión. La búsqueda y acceso permanente a la información científico-tecnológica y una capacitación concomitante para poder contextuar resultados, lleva inexorablemente a mejorar nuestra tarea cotidiana, pero si además se ejercita con continuidad, es seguro que se logra un perfeccionamiento y crecimiento verdaderamente profesional, que brindará constantes beneficios y un sólido soporte a nuestro accionar.
Con ese criterio, entendemos que al presentar hoy nuestro nuevo diseño de la herramienta “e-news” y nuestro renovado sitio web entregamos a nuestro colegas lectores una versión mejorada, más ágil y dinámica que la anterior, que conserva el sentido de su utilidad, a partir de mantener vigente e incrementada nuestras visión de la profesión bioquímica, tratando de incorporar y modificar todo aquello que beneficia y mejora nuestros tarea profesional. Esperamos que la participación de Uds., colegas, ya sea a través del propio e-news o navegando nuestra WEB, nos permita ampliar el horizonte de nuestra visión, enriqueciéndola a partir de un crecimiento compartido.
Esperamos que muchos de nuestros lectores nos hagan conocer su opinión frente a este propósito de compartir el conocimiento y el desarrollo.