El conducto gastrointestinal desarrolla un papel fundamental en la homeostasis de las proteínas plasmáticas. La mayoría de las proteínas séricas sufren una completa proteólisis en la luz intestinal con producción de péptidos y aminoácidos que de ese modo son absorbidos, por lo que muy poca proteína intacta se detecta en heces. La pérdida entérica de proteínas a la luz intestinal o Enteropatía Perdedora de Proteínas (EPP) constituye una alteración no infrecuente en determinadas enfermedades gastrointestinales y sistémicas. La determinación del aclaramiento fecal de alfa 1 antitripsina (AC-A-1-ATF) ha puesto un notable avance en el estudio de la EPP (1).
La alfa-1-Antitripsina (A-1-AT) es una glucoproteína compuesta de una cadena polipeptídica con tres cadenas de oligosacáridos y un peso aproximado de 54000 daltons. Sintetizada en los hepatocitos, desde el punto de vista cuantitativo, la A-1-AT es el inhibidor más importante de las proteinasas en suero y plasma. Esta glucoproteína inactiva específicamente a las proteasas de serina (por ej. tripsina, quimiotripsina, colagenasas, elastasas leucocitarias, plasmina y trombina), con las que forma un complejo enzima-inhibidor reversible. La A-1-AT constituye la parte principal de la fracción electroforética de las alfa globulinas. Estas características hacen a la A-1-AT muy utilizada en el diagnóstico de la EPP (2).
La EPP es una condición clínico-patológica caracterizada por la pérdida de proteínas a través de la mucosa intestinal que puede estar asociada a una amplia variedad de patologías gastrointestinales y no gastrointestinales. Si la situación de EPP se prolonga se instaura una hipoalbuminemia que contribuye a la mala evolución del paciente. Hay muchas causas de la EPP, cualquier afección que cause inflamación seria en los intestinos puede llevar a pérdida de proteínas. Algunas de las causas más comunes son infecciones intestinales con parásitos o bacterias, celiaquía, Enfermedad de Crohn, Infección por HIV, linfoma, gastroenteropatía alérgica, etc. (3):
La investigación de EPP puede realizarse por dos métodos:
1- Calculando la pérdida proteica determinando la excreción fecal de radioactividad tras la administración endovenosa de una macromolécula marcada, especialmente albumina-Cr51. Este procedimiento posee numerosos inconvenientes, precisa hospitalización, utiliza material radioactivo, requiere prolongada recogida de heces y tiene elevado costo.
2- Determinando la aclaración fecal (o clearence fecal) de la A-1-AT. Este método alternativo se basa en la utilización de la A-1-AT como marcador endógeno en lugar de macromoléculas marcadas. Debido a la actividad antiproteolítica de la A-1-AT, si existe fuga a la luz intestinal va a ser mínimamente digerida por las proteasas intestinales y no es reabsorbida, por lo que es posible su detección en heces. El peso molecular de la A-1-AT (54000 daltons) es similar a la de la albúmina (67000 daltons) por lo que su determinación en heces constituye un fiel marcador del escape de albúmina a la luz intestinal, siendo un excelente marcador de EPP y más aún si se tiene en cuenta que los alimentos no contienen A-1-AT a excepción de la leche humana, por lo que la determinación del AC-A-1-ATF no se considera un método apropiado en los lactantes amamantados, pues la A-1-AT se excreta en la leche humana sin evidencia de escape intestinal de proteínas (4).
El AC-A-1-ATF se calcula a partir de la siguiente fórmula: (A-1-ATF/ A-1-ATS) x P.
Siendo, A-1-ATF la concentración de alfa-1-antitripsina en materia fecal, A-1-ATS, la concentración de alfa-1-antitripsina en el suero del paciente y P los gramos de materia fecal en 24 hs, el cual se obtiene de un promedio después de haber juntado, el paciente, las deposiciones de tres días consecutivos. El resultado del clearence de alfa-1 -antitripsina se expresa en gr/ 24hs, siendo su valor normal menor de 16 gr/ 24hs.
La correlación entre albúmina sérica y aclaramiento de alfa-1-antitripsina es altamente significativa y de carácter negativo, es decir, que a mayor grado de pérdida entérica de proteínas corresponde a una menor concentración sérica de albúmina. El AC-A-1-ATF es un método útil, simple, menos costoso y no invasivo que las técnicas tradicionales para el diagnóstico de enteropatía perdedora de proteínas (5).
Prestaciones disponibles en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Bibliografía
1- Sierra C, Vicioso M, Barco A, del Río L, Sanchez E. Enteropatías pierde-proteínas. Detección y causa más frecuente. Anales de Pediatría 2001; Vol 54 supl 3: 1-3
2- Gettins P. Serpin structure, mechanism and function. Chem Rev. 2002; 102: 4751 – 4803
3- Freeman HJ, Nimmo M. Intestinal lymphangiectasia in adults. World Journal of Gastrointest Oncology. 2011; 15: 19-23
4- Maki M, Harmoinen A, Vesikari T, Visakorpi JK. Faecal excretion of alpha-1-antitripsin en acute diarrhoea. Arch Dis Child 2002; 57: 154-156
5- Lievens M, Bienvenu J, Buitrago JMG. Evaluation of four new Tina-quant assays for determination of Alfha 1 acid glycoprotein, alfha1-antitripsin, haptoglobin an prealbumin. Clin Lab 1996; 42: 515-520
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Sección: Bioquímica
Bioq. Hernán Gabriel Brescia
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