Autor: Dr. Rodolfo Notario.
La infección prostática puede ser aguda o crónica. La forma aguda se caracteriza por calor local, dolor o sensibilidad a la presión y fiebre y casi nunca conduce a la forma crónica. Las bacterias pueden llegar por vía hematógena, ascendente a partir de la uretra, linfática desde el recto, reflujo de orina durante la micción, instrumentación o cirugía. La actividad sexual con parejas colonizadas por enterobacterias en vagina o rectal puede ser un factor importante.
Los factores predisponentes son las infecciones de transmisión sexual, sexo anal, sexo con múltiples parejas, bloqueo del flujo de orina, fimosis, lesión entre el escroto y el ano, catéter (sonda) urinario, cistoscopía o biopsia de próstata. El líquido prostático tiene propiedades bactericidas pero el líquido de muchos pacientes con prostatitis crónica carece de esta propiedad.
La forma crónica tiene poco que ver con la aguda, puede ser asintomática o presentar dolorimiento perineal o lumbar o dificultades para la micción.
Las prostatitis se clasifican en bacteriana aguda, crónica, granulomatosa, tuberculosa y absceso prostático.
En el pasado el agente etiológico más frecuente era Neisseria gonorrhoea así como Chlamydia trachomatis pero en la actualidad los bacilos gram negativos son los más frecuentes. Los agentes etiológicos son Escherichia coli, otras enterobacterias, Pseudomonas aeruginosa, especies de Enterococcus y Staphylococcus saprophyticus. Se desconoce la causa de la forma no bacteriana.
Los síntomas y signos incluyen fiebre, escalofríos, enrojecimiento de la piel, sangre en la orina, ardor o dolor al orinar, dificultad para iniciar la micción o vaciar la vejiga, orina fétida, chorro urinario débil, dolor hipogástrico, perineal, lumbar o en los testículos, dolor al eyacular, al defecar o sangre en el semen. Al examen físico puede hallarse secreción o líquido en la uretra, sensibilidad en el escroto, próstata caliente, blanda o sensible y adenopatía.
El diagnóstico se basa en bacteriuria, inflamación localizada en próstata, más de 12 leucocitos sin signos de uretritis, examen rectal anormal y síntomas sistémicos.
El diagnóstico del agente etiológico se basa en la técnica de 4 vasos de Meares y Stamey:
• Vaso 1: Vaciado vesical 1 (V V1): primer chorro de orina 5 a 10 ml.
• Vaso 2: Vaciado vesical 2 (V V2) chorro medio de orina
• Vaso 3: Secreción prostática obtenida por masaje prostático (SPM).
• Vaso 4: Vaciado vesical 3 (V V3): 5 a 10 ml de orina post masaje prostático.
El examen en el microscopio de estos especímenes mostrará la presencia de leucocitos y el cultivo la existencia o no de gérmenes.
En la prostatitis aguda el recuento de colonias es 10 veces mayor en V V3 que en V V1. El masaje prostático puede ser tan doloroso que sea imposible practicarlo. Las muestras se conservan refrigeradas hasta su entrega en el laboratorio.
La positividad del cultivo de secreción prostática o de orina post-masaje es definitorio de infección prostática bacteriana, mientras que su negatividad puede representar un diagnóstico de prostatitis no bacteriana o, por el contrario, ser una falacia diagnóstica.
Prestaciones disponibles en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Referencias:
1. Wagenlehmer FM. Bacterial prostatitis. World J Urol 2013;31:711-6
2. Videcnik Zorman J. Diagnosis and treatment of bacterial prostatitis. Acta dermatovenerol Alp Panonica Adriat. 2015;24:25-9
3. García MK. Prostatitis. En Cecchini E, González Ayala S. Infectología y Enfermedades Infecciosas. La Plata.
4. Krieger JN. Prostatitis, Epididimitis y Orquitis. En Mandel GL. Enfermedades infecciosas. Cap 27. pag 1022. Ed Panamericana. Buenos Aires
5. Stamey TA. Pathogenesis and treatment of urinary tract infections. Williams &Wilkins. Baltimore 1980.
Para mayor información o consultas:
Sección: Microbiología
Bioq. Claudia Misto. Responsable de Microbiología.
Dra. Noemí Borda.
Tel: 0341-4499444 Int: 228