El virus de la influenza pertenece a la familia de los Orthomixovirus. Hay tres tipos antigénicos (A, B y C) y su clasificación se basa en las características antigénicas de dos de sus proteínas internas (M y NP); la posterior división en los subtipos se realiza según las características antigénicas de sus proteínas de superficie hemaglutininas y neuraminidasas (HA y NA respectivamente) las cuales cambian periódicamente su secuencia de aminoácidos, lo que determina las variaciones antigénicas que presenta el virus y, por lo tanto, las mutaciones destinadas a evadir las respuestas inmunes del huésped (1).
La enfermedad causada por el virus de la influenza es fundamentalmente respiratoria, con mayor riesgo de hospitalización, complicación y muerte en ciertos grupos considerados de alto riesgo (embarazadas, niños menores de 2 años, adultos mayores de 65 años y personas con ciertas afecciones de salud). La influenza es altamente contagiosa. La transmisión se produce mayormente por vía aérea al toser, hablar o estornudar, aunque también puede transmitirse por contacto con superficies contaminadas con secreciones respiratorias de individuos infectados. Generalmente, el virus se elimina desde el día anterior al inicio de los síntomas hasta 5-10 días después. Por su parte, las personas gravemente inmunocomprometidas pueden propagar el virus durante semanas (1). Los síntomas son de aparición súbita: fiebre de comienzo repentino, mayor o igual a 38°C, acompañada de tos, cefalea, congestión nasal, malestar general, mialgias y pérdida de apetito entre otros. Si bien el virus es susceptible al tratamiento con antivirales específicos, la vacunación es la herramienta de mayor eficacia e impacto para la prevención, contribuyendo también a limitar la circulación viral en la comunidad (2). La vacuna antigripal actualmente incluye en su formulación las cepas de Influenza A/H1N1, A/H2N3 e Influenza B circulantes en este momento. La inmunidad se establece dentro de las dos semanas después de la vacunación, pero disminuye en el transcurso de un año después de la vacunación y el contagio por lo que se recomienda vacunarse anualmente independientemente del estado de la vacunación o contagio anterior. En el 2011 se incorporó la vacuna antigripal anual al Calendario Nacional de Vacunación, destinada a la población con alto riesgo de morbilidad y mortalidad (niños de 6 meses a 2 años, embarazadas, madres de niños menores de 6 meses, personal de salud y personas mayores de 65 años o entre 2 y 65 años con factores de riesgo) (2).
Entre los métodos diagnósticos, los ensayos moleculares presentan mayor sensibilidad y especificidad para detectar los virus de la influenza que otras metodologías como las pruebas serológicas o las pruebas rápidas, las cuales solo permiten diferenciar entre los dos tipos pero sin identificar los subtipos de Influenza A. Dentro de las técnicas moleculares, la reacción en cadena de la polimerasa con transcriptasa reversa (RT-PCR) pueden identificar con precisión la presencia del ARN viral de la influenza en muestras respiratorias y diferenciar las infecciones por los virus de la influenza A y B y a su vez identificar el subtipo de virus de influenza A (H1N1) (3).
Se deben recolectar muestras de las vías respiratorias superiores lo más rápido posible (lo ideal sería dentro de 48 – 72 horas a partir de la aparición de la enfermedad, cuando la diseminación viral está en su punto máximo). En pacientes con enfermedad en las vías respiratorias inferiores, debería recolectarse y analizar aspirado endotraqueal o lavado bronquioalveolar si se sospecha influenza clínicamente y si el examen de las vías respiratorias superiores es negativo.
Determinaciones disponibles en CIBIC:
Resultados posibles:
2403- Influenza H1N1 RNA
• Gen M2 DETECTABLE/ Gen H1 DETECTABLE: Presencia del virus Influenza A/H1N1
• Gen M2 DETECTABLE/ Gen H1 NO DETECTABLE: Presencia del virus Influenza A no H1N1
2404- Influenza B RNA
• Gen M1 DETECTABLE: Presencia del virus Influenza B
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de las muestras y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Bibliografía
1. Satoshi Fukuyama et al. (2011) The pathogenesis of influenza virus infections: the contributions of virus and host factors. Curr Opin Immunol 23(4):481-486.
2. Lineamientos técnicos-Vacunación Antigripal (2012) Ministerio de Salud de la Nación- Argentina.
3. Panning M et al. (2009) Detection of Influenza A (H1N1) virus by Real-Time RT PCR. Eurosurveillance 14 (36):19329.
Para mayor información o consultas:
Sección: Biología Molecular
Dra. Mariela Sciara Tel: 0341 4499444 Int: 225
Dra. Mariana Useglio Tel: 0341 4499444 Int: 241