El diagnóstico etiológico de la neumonía adquirida de la comunidad (NAC) se ha basado tradicionalmente en el cultivo de muestras respiratorias o de sangre. Entre las primeras, la de esputo es la más utilizada.
En el caso de muestras de sangre, el uso de hemocultivos tradicionales puede verse limitada en la recuperación de neumococos por su producción de autolisinas, cuestión que es superada con el uso de hemocultivos automatizados que permiten un seguimiento de la curva de crecimiento, cuya patente es marcadora de estos patógenos.
Otra estrategia utilizada para la identificación temprana del agente etiológico de NAC es la detección de antígenos urinarios provenientes de ciertos patógenos. Los componentes antigénicos en la orina de microorganismos como Streptococcus pneumoniae y Legionella pneumophila serogrupo 1, contribuyen al diagnóstico confiable y rápido de NAC. La sensibilidad en pacientes sin bacteriemia es del 50-80%, y del 75-85% cuando existe bacteriemia, con una especificidad superior al 95%. La NAC neumocócica bacteriémica es una de las formas que se acompañan de mayor morbilidad y mortalidad. Ante una epidemia de legionelosis (independientemente del lugar de tratamiento) la solicitud del antígeno es un recurso rápido y sensible. Cuando el enfermo sea hospitalizado, se recomienda solicitar en primer lugar el antígeno neumocócico. De ser negativo, y en caso de alta sospecha clínica, se debería solicitar el antígeno de L. pneumophila. Si la NAC es grave, se debería investigar a ambos de forma simultánea.
Aunque el test se diseñó originalmente para muestras de orina, se ha usado con éxito en muestras de otros fluidos biológicos: LCR (sensibilidad 95%-100% y especificidad 100%); líquido pleural, tanto de adultos como de niños; fluido de lavado broncoalveolar (sensibilidad 95%, especificidad 87%); fluido de oído medio y sangre.
La positividad del test puede usarse como apoyo del inicio del tratamiento de la neumonía con β-lactámicos de estrecho espectro. La prueba ofrece una elevada sensibilidad y un valor predictivo negativo cercano al 100%. Ello significa que un resultado negativo del antígeno en orina descarta con gran certeza la infección neumocócica o legionellosis en los casos sospechosos.
Ventajas:
– Sencillo.
– Rápido: Resultados en 15 minutos.
– Facilidad de recolección de la muestra.
– Sensibilidad y valor predictivo negativo elevados: un resultado negativo permite descartar tanto la enfermedad neumocócica como el estado de portador.
– Detecta tanto formas bacteriémicas como no bacteriémicas, aunque es más sensible en formas bacteriémicas.
– El tratamiento antimicrobiano previo no implica la negatividad de la prueba, como se ha comprobado hasta 7 días después de la terapia antibiótica.
– No es crítica una retención urinaria de 3 hs.
Limitaciones:
– Podrían obtenerse falsos positivos en portadores nasofaríngeos y en recientemente vacunados, especialmente en niños.
Prestaciones disponibles en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y a la extranet.
Bibliografía
1- Molinos L. Detección de antígenos de orina. Arch Bronconeumol 42(3):101-3.2006.
2- Martínez Chamorro, MJ. Diagnóstico de laboratorio de la enfermedad neumocócica: utilidad del test rápido de detección del antígeno neumocócico en orina en pediatría. Febrero 2014.
3- Rivero Calle, I. Test de detección rápida de Legionella. Febrero 2014.
Para mayor información o consultas:
Sección: Microbiología
Bioq. Claudia Misto.
Tel: 0341-4499444. Int: 227-228.