Es bien conocido el valor que puede tener un estudio de ADN, tanto en la identificación de individuos como en la asignación de un vínculo biológico entre personas. Por esta razón es necesario atender a todos los aspectos que condicionan un resultado confiable, derivados de la calidad y estandarización de los procesos y metodologías.
Podemos encontrar diferentes factores que determinan la calidad de estos estudios: los kits utilizados para realizar las determinaciones, la metodología y la idoneidad del operador para la obtención del ADN, el equipamiento para la lectura e interpretación de los resultados, los métodos de control de errores, la capacitación y experiencia profesional en temas técnicos y analíticos y la validación permanente de todo el proceso.
Es de crucial importancia la metodología y el criterio a seguir para la extracción de ADN a partir de las diferentes muestras. En la mayoría de las ocasiones, suele recomendarse el uso de métodos comerciales con un rendimiento y una capacidad de purificación conocidos.
En casos donde la muestra es escasa o está parcialmente degradada, es fundamental el criterio y la metodología a utilizar, ya que es el límite entre el éxito o la imposibilidad de llevar adelante el estudio.
Para la realización de estudios de ADN está especialmente recomendado internacionalmente el uso de ciertos marcadores genéticos (STR) y, entre ellos, los 13 marcadores utilizados en el proyecto CODIS (Combined DNA Index System), para los que existen bases de datos referenciales en Argentina. El proyecto CODIS surgió como un programa informático capaz de interrelacionar información de una base de datos, la cual se creó a partir del tipaje de 13 marcadores. A su vez, se desprendieron un conjunto de normas y protocolos estandarizados de trabajo que se implementaron internacionalmente.
Aunque han pasado varios años del establecimiento de normas adecuadas para la realización de estos estudios, aún en países como Argentina, se continúan utilizando otros sistemas. Esto genera una falta de correlación que no sólo se manifiesta en la dificultad de obtener resultados con bases de datos fidedignas de frecuencias poblacionales comparables a las que representen a nuestra población, si no que plantea situaciones en las que los marcadores informados acarrean otra información genética adicional a la buscada. Esa condición ya está evaluada y es por ello que internacionalmente se recomiendan los marcadores STR, que se ubican dentro del ADN llamado “basura” por ser no codificante.
Los kits comerciales que utilizan STR están validados desde hace tiempo por entidades internacionales pertinentes y puesto que están diseñados para su uso en secuenciadores automatizados, permiten obtener una mayor sensibilidad a partir de muestras complejas.
En resumen, los sistemas STR se definen a partir de su composición (disponibilidad de base de datos para cotejar) y su estandarización (validación internacional).
En cuanto al instrumental, un enorme aporte en el terreno de la calidad proviene del uso de secuenciadores, que hoy constituye la metodología universalmente aceptada y recomendada. Estos equipos automatizados tienen una gran sensibilidad y precisión, asegurando que la asignación de resultados sea correcta, eliminando el error operativo en este paso. Además, cuentan con programas informáticos que permiten evaluar los perfiles genéticos mezclados, provenientes de muestras compuestas por ADN de diferentes individuos. Estos programas también realizan un cotejo con una base de datos del personal involucrado, evitando incorporar el perfil de los operadores y de esta manera, detectar una eventual contaminación durante el desarrollo del proceso. Finalmente, existe un registro de cada paso del proceso, obteniéndose así la trazabilidad pertinente en estos estudios. De esta forma queda registro del proceso de toma de muestra, extracción, análisis de la calidad del ADN, amplificación y lectura y análisis en secuenciador.
La incorporación conjunta de métodos estandarizados y validados, aplicados en equipos automatizados, conducen a una significativa reducción en los tiempos de proceso y, en consecuencia, se pueden realizar análisis más precisos en tiempos más cortos, en relación a la práctica manual. Gracias a esta tecnología, dedicando toda la infraestructura a la resolución del caso, un proceso completo de análisis de paternidad, con muestras de referencia, puede resolverse en el transcurso de un día. Nuestro laboratorio ofrece el servicio con una promesa de dos semanas para la entrega del resultado.
Por otro lado, la metodología manual carece de la estandarización que poseen los equipos automatizados en conjunción con los kits validados internacionalmente, debiendo ser el operador quien tiene que definir la asignación del perfil genético. A pesar de ello, se sigue utilizando el procedimiento manual en algunos laboratorios debido a la limitación económica que genera la mayor inversión requerida para adquirir un secuenciador, al que deben sumarse los equipos accesorios y la infraestructura física del laboratorio, así como la formación continua de los profesionales para absorber y resolver los sucesivos avances tecnológicos de un tema tan evolutivo.
La actualización científica es otro compromiso que debe asumirse, la que no sólo incluye, como se dijo, la capacitación permanente del personal, sino que hay que mantener un contacto frecuente con los principales centros de referencia del país y del mundo y una continua inversión en tecnología. Todo esto debe realizarse dentro del marco integral de una correcta política de calidad que acompañe el proceso de mejora continua.
Otros elementos que nos brindan un periódico y preciso análisis de nuestros procesos son los controles de calidad. Se ha definido como una conducta apropiada la participación en al menos dos controles anuales. De preferencia, uno de ellos debería ser de carácter internacional.
Lamentablemente aún no existe en Argentina una legislación sobre el tema, ni tampoco acreditaciones que permitan certificar la calidad con que se trabaja. Es por esta razón que cada uno debe tener presente estos elementos y buscar el respaldo de un laboratorio que cumpla con estas recomendaciones.
En la mayoría de los estudios que se realizan en forma particular no se considera la variación que le imprime la calidad al resultado. Sin embargo, debido a la contundencia de muchos resultados se suele dejar de lado la calidad. En casos con mayor complejidad, un cambio inadecuado en la metodología puede conducir a resultados indeterminados o aún erróneos. Aunque tampoco se debería desatender la calidad en casos más simples. No hay que perder de vista que un estudio bien realizado lleva consigo un enorme respaldo técnico, profesional e institucional.
La asignación de un hijo o el establecimiento de la identidad de un individuo tienen un significado demasiado importante como para desatender los aspectos que hacen al resultado.
Si consideramos que todo el desarrollo en Genética Forense se ha hecho en tan sólo 20 años, es esencial atender a los continuos cambios en la tecnología, la metodología, la formación y la información.
Nuestro laboratorio cuenta con un secuenciador ABI Prism 310, de marca Applied Biosystems, que utiliza un sistema de electroforesis capilar y detección de fluorescencia controlado por microprocesador. Posee un autosampler para 96 muestras permitiendo un proceso automático de operación no atendida por más de 90hs.
El equipo permite realizar análisis de secuencias para estudios de genes y de fragmentos, permitiéndonos dar una mayor respuesta a la creciente demanda que se registra en relación al área genómica e identificación de Vínculos Biológicos.
La incorporación de éste equipo a nuestro parque instrumental, es parte de una larga tarea de CIBIC en la preparación de espacios físicos y recursos humanos de alta capacitación para brindar un servicio de la máxima posibilidad tecnológica a la región.
El Laboratorio Cibic cuenta con su Sistema de Gestión de la Calidad y Ambiental certificado bajo Normas ISO 9001:2008 e ISO 14001:2004, respectivamente. Se encuentra acreditado a nivel nacional por la Fundación Bioquímica Argentina (FBA) y por el Instituto Técnico de Acreditación de Establecimientos de Salud (ITAES), e internacionalmente por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA), cumpliendo con los requerimientos establecidos por la Norma IRAM – NM ISO 15189:2010. Al presente ya ha solicitado participar en una acreditación para laboratorios de Genética Forense, sin embargo, en Argentina, esta norma se encuentra en vías de revisión por la OAA y se espera que entre en vigencia a la brevedad.
Artículo publicado en la Revista Sociedad de Medicina Legal de Rosario
Año 19 / Nº 17 – Dic 2012 (35/36)
Autor: Licenciado César Guida
Sección: Biología Molecular
CIBIC – Centro de Diagnóstico Médico de Alta Complejidad S.A.
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