La Procalcitonina (PCT) es una prohormona formada por 116 aminoácidos con un peso molecular de aproximadamente 12.7 kilodaltons. Es expresada por las células neuroendócrinas (células C de los tejidos tiroide, pulmonar y pancreático) y se desdobla enzimáticamente de forma sucesiva a calcitonina (inmadura), catacalcina y a una región N-terminal. La PCT fue descripta por primera vez como una proteína presente en el suero de pacientes con sepsis. La sangre de individuos sanos contiene bajos niveles de PCT, mientras que su concentración aumenta durante una infección de origen bacteriano (2).
Indicaciones de la medición de PCT:
– Diagnóstico Diferencial de Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS) de origen infeccioso y no infeccioso.
El concepto de Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica (SRIS) se estableció inicialmente en 1992. Se definió el SRIS como un síndrome generalizado caracterizado por la presencia de signos y síntomas clínicos de inflamación, como temperatura corporal alta, taquicardia, hiperventilación y leucocitosis o leucopenia. La sepsis se definió como una inflamación sistémica asociada a un estímulo infeccioso. Por lo tanto, cuando hay un SRIS acompañado de una infección bacteriana, el diagnóstico es de sepsis (1).
El diagnóstico precoz de la sepsis / bacteriemia es prioritario, sobre todo en pacientes críticos, pero puede resultar complejo hacerlo sólo en base a parámetros clínicos. En estas circunstancias la PCT puede proporcionar información muy útil. Las concentraciones persistentemente altas orientan hacia la presencia de complicaciones, principalmente infecciones bacterianas. Concentraciones falsamente bajas se encuentran sobre todo en el curso temprano de la infección. En estas circunstancias, si se detectan incrementos graduales de PCT entre las 6 y 24 hs siguientes, se puede sospechar una infección bacteriana subyacente. Todos estos cambios subrayan la gran importancia de las determinaciones seriadas de PCT (3).
– Gravedad de la sepsis e Inflamación sistémica.
El nivel de elevación de la PCT es dependiente de la gravedad del cuadro clínico. En consecuencia la PCT puede ayudar a identificar a aquellos pacientes con alto riesgo de presentar shock séptico.
– Monitoreo de la infección y control de la respuesta terapéutica.
Las concentraciones de PCT persistentemente elevadas o incrementos plasmáticos continuados generalmente señalan que la infección no se resuelve, no está bajo control o las medidas terapéuticas no son efectivas.
– Evaluación de la indicación de la terapia antibiótica.
Distintos estudios han demostrado la ventaja del tratamiento guiado por la PCT a la hora de evitar la prescripción innecesaria de antibióticos o la duración excesiva de la terapia (4).
– Otras aplicaciones.
En pacientes con pancreatitis aguda, la PCT ha demostrado ser un indicador de la afección y de complicaciones serias (5). En pacientes con infecciones respiratorias de origen comunitario o con neumonía asociada a ventilación mecánica, la PCT puede emplearse como guía de decisión para evaluar la necesidad de efectuar un tratamiento con antibióticos y para controlar el éxito del mismo. Es un marcador en el diagnóstico diferencial de procesos infecciosos como Meningitis bacteriana versus vírica, Endocarditis infecciosa, Pancreatitis aguda complicada versus no Complicada (5), e Infecciones del tracto Urinario Superior versus Inferior.
En Cibic se realiza la determinación cuantitativa de PCT por un Test de Electroquimioluminiscencia en suero y plasma en una plataforma Modular E 180 de Roche. La automatización de este test supone mayor precisión y confianza con un menor tiempo de respuesta.
Determinación disponible en Cibic:
Para conocer las condiciones del paciente, de almacenamiento y de envío de la muestra y otros datos sobre las prácticas consulte al manual de prestaciones y la extranet.
Bibliografía
1- American College of Chest Physicians / Society of Critical Care Medicine Consensus Conference: definitions for sepsis and organ failure and guidelines for the use of innovative therapies in sepsis. Crit Care Med 1992; 20: 864 – 74.
2. Gendrel D, Bohuon C. Procalcitonin as a marker of bacterial infection. Pediatr Infect Dis J 2000; 19: 679 – 688.
3. Christ-Crain M, Müller B. Procalcitonin in bacterial infections. Swiss Med Wkly 2005.; 135: 451 – 460.
4. Christ-Crain M, Stolz D, Binsigger R, Müller C, et al. Procalcitonin guidance of antibiotic therapy in community acquired pneumonia: A randomized trial. Am J Respir Crit Care Med 2006; 174: 84 – 93.
5. Rau B, Schilling MK, Beger HG. Laboratory markers of severe Acute Pancreatitis. Dig Dis 2004; 22: 247 – 257.
Para mayor información o consultas:
Sección: Bioquímica Clínica
Dr. César Yené
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